"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


domingo, 4 de julio de 2010

VIVIR.

Hoy en día, este título huele a novela rosa de antaño, ya que para algunos pocos, vivir se le asocia a consumismo y diversión, en contraste, para la gran mayoría, el vivir es solo una sobrevivencia en medio de sus problemas de dinero, incomunicación, exceso o falta de trabajo. La vida se vive tan a prisa, que a casi nadie se le ocurre pensar que la vida es el don mas maravilloso que pudo habernos otorgado Dios, pero que es preciso aprender a vivir, que es un arte y que como tal, debemos cultivar con paciencia y perseverancia para que de, los frutos deseables.
“Cuánto mas compleja se vuelva la civilización, mas difícil será el arte del vivir. Cuánto mas rápidos los cambios en los hábitos sociales, mas complicada será la tarea del desarrollo del carácter. Cada diez generaciones, la humanidad debe aprender nuevamente el arte de vivir, si el progreso ha de continuar. Si el hombre se torna tan ingenioso como para aumentar las complejidades de la sociedad a paso mas acelerado, habrá que aprender de nuevo el arte de vivir mucho mas frecuentemente, tal vez, en cada generación. Si la evolución del arte de vivir no se mantiene al ritmo de la técnica de la existencia, la humanidad volverá a caer rápidamente en el simple impulso de vivir.”
Desgraciadamente, en este momento la humanidad ha caído en el simple impulso de vivir y ha trastocado los verdaderos valores, el consumismo obliga a trabajar muchísimo para poder consumir todo lo que se nos ofrece, y como esta fiebre es devoradora se termina agotado y casi no queda tiempo para la comunicación con nuestros seres queridos, originando así el vacío interior que produce la incomunicación dentro de la familia y de donde se derivan casi todas las lacras sociales como el alcoholismo y la droga, porque ellas pretenden ser el sustituto a la soledad y a la falta de cariño. La gran mayoría de los padres, nos hemos convertido en buenos proveedores, pero a la vez, en muy malos compañeros de nuestros hijos. La peor de las soledades es la que se vive acompañada, la que se crea con la incomunicación.
La sociedad puede estar muy avanzada tecnológicamente pero adolece de una tremenda inmadurez emocional y psicológica. No solo se busca la comida rápida, sino que todo es rápido y sin gran trascendencia, se vive tan a prisa que no hay tiempo para detenerse ante un sonrojado atardecer, ni ante las gotas del rocío mañanero que decoran la rosa del jardín...ni siquiera hay tiempo para ver el por qué del llanto de un niño, lo calmamos dándole algo que lo entretenga, sin pensar que tal vez solo llora para ser tomado en cuenta, para hacer sentir su presencia, muchas veces el niño prefiere ser castigado a ser ignorado y lo mismo le ocurre al muchacho adolescente, está desorientado porque no tiene cerca a nadie que lo oriente en el descubrimiento de ese mundo desconocido y muchas veces cruel, con el cual debe enfrentarse a diario y son esos niños y esos adolescentes lo forjadores del mundo del mañana ¿ de que mañana estamos hablando?




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